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Mi experiencia en el Museo de Anna Frank en Amsterdam.



Es una excelente oportunidad para propiciar la revalorización de los museos como espacios de cultura. Se pretende dirigir la atención de las instituciones de las que dependen y de los gobiernos hacia las funciones y necesidades de los museos, e incrementar el diálogo entre todos aquellos que, de una u otra forma, realizan una labor orientada hacia el conocimiento, la preservación y la difusión del patrimonio cultural.


Me encanta visitar los museos, estos nos permiten ver la diversidad y la historia de un pais, por ejemplo, el museo de Anna Frank, este ha sido el museo que más he durado haciendo fila para entrar, para ser exactos, 3 hrs y con frío!!!


Valio la pena la espera, es impresionante ver los pequeńos espacios que, durante un tiempo se ocultaron la nińa judía y su familia en la época de Hitler y los Nazis.

Ver las camas, cartas, su diario, cocina, todo!!! Entrar por ese diminuto espacio e imaginar lo difícil que fue para esta familia vivir ocultos para que no los matara.


Es tan tan interesante que hasta compré el libro y hoy por hoy es uno de mis favoritos, sólo por el hecho de ver narrado todo lo sucedido y haber podido verlo en tiempo presente.


De hecho, asistí a la obra de teatro que tuvo lugar en el Teatro Nacional y por si fuera poco, ví la película.


Museos importantes como: Louvre en París, el museo de Van Gogh en Amsterdam y el de cera en New York son algunos de los más famosos en todo tiempo. Un verdadero placer haber disfrutado de ellos, exceptuando el de cera.


Sarah Medina Ferreras

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